¿CANSADO DE TROPEZAR CON LAS PIEDRAS QUE APARECEN EN TU CAMINO?

Si aprendes a sortearlas, esos obstáculos se convertirán en pasos hacia tu destino.
Te ayudo a conectar con tus emociones para resolver los traumas de tu pasado que te impiden fluir en el presente.

Soy consciente que te pido que confíes en mí, y para ello voy a romper el hielo contándote algunas pinceladas sobre mi vida.

  • Me encanta conocer otras culturas y formas de vida. Uno de los viajes que más me marcaron fue a Israel, sola con 23 años y nada más que un billete de ida y vuelta. Tuve la experiencia de vivir con judíos en kibutz y formar parte de la convivencia pacífica entre culturas tan dispares como palestinos y judíos.
  • He recorrido Perú con mi mochila a cuestas, acabando en la selva amazónica, donde experimenté terapias chamánicas.
  • Soy Técnico Superior en Administración y Finanzas. ¡Increíble pero cierto!
  • Después de 15 años con un puesto fijo en el sector sanitario, lo dejé todo para seguir mi vocación.
  • Di mis primeros pasos como terapeuta profesional gracias a mi profesora de yoga y a una gran amiga que me dieron el empujoncito que necesitaba.
  • Comparto mi vida con dos hombres, mi marido y mi hijo, 2 perros y 1 gato (aunque mi pasión son los perros).
  • Me apasiona todo lo que tenga que ver con la mente y las relaciones humanas.

" Todas
mis vivencias
me han llevado
a ser
la persona
que soy."

No fui un bebé deseado y, durante toda mi infancia, sentí que estaba de más. Este abandono emocional se hizo aún más patente cuando, tras vivir una experiencia traumática y buscar apoyo, mi familia hizo oídos sordos y se limitó a tapar lo ocurrido.

Sin apoyo ni recursos para gestionar mis emociones, me embarqué en una huida hacia adelante. Busqué el cariño que no tuve como niña en relaciones tóxicas hasta que llegué a los 30. 

Y fue entonces cuando toqué fondo. Tuve un accidente de coche en que me rompí mucho más que el esternón.

Fue un punto de inflexión, que marcó el inicio de mi camino de autodescubrimiento. Salí de la prisión en que mi educación y creencias me habían encerrado. Me abrí a nuevas experiencias y probé multitud de terapias y técnicas diferentes. 

A partir de ahí, se cruzaron en mi camino varias personas que considero pilares existenciales. Me ayudaron a limpiar todas mis heridas.

Así reconecté con mi esencia y encontré mi vocación de ayudar a los demás, estudiando para convertirme en terapeuta.

Sí, mi vida no ha sido fácil, pero ¿sabes qué?

Que todas mis vivencias me han llevado a ser la persona que soy.