¿CANSADO DE TROPEZAR CON LAS PIEDRAS QUE APARECEN EN TU CAMINO?
Si aprendes a sortearlas, esos obstáculos se convertirán en pasos hacia tu destino.
Te ayudo a conectar con tus emociones para resolver los traumas de tu pasado que te impiden fluir en el presente.
¿Alguna vez se te ha infectado una herida? De repente, ese corte que te hiciste con una lata o esa raspadura al caerte de la bicicleta, empieza a cambiar. Tu piel se enrojece, parece que los bordes se abren, se forma pus y, en el peor de los casos, hasta te da fiebre.
Claro, pensaste que se trataba de una herida sin importancia, que sanaría por sí sola. No la lavaste con cuidado, ni la desinfectaste, ni has seguido curándola al pasar los días.
Lo mismo ocurre con tus emociones. Ese rechazo, frustración, abandono o pérdida que has intentado:
- cubrir con capas de normalidad;
- olvidar como si nunca hubiera ocurrido;
- justificar, pensando que quizá te lo merecías…
… se han convertido en heridas infectadas. Y, para poder curarlas, no queda más remedio que abrirlas. Solo así podrás limpiarlas desde dentro.
Lo sé porque tuve que abrir mis propias heridas y dejar fluir todo lo que se había acumulado en mi interior.
No fui un bebé deseado y, durante toda mi infancia, sentí que estaba de más. Este abandono emocional se hizo aún más patente cuando, tras vivir una experiencia traumática y buscar apoyo, mi familia hizo oídos sordos y se limitó a tapar lo ocurrido.
Sin apoyo ni recursos para gestionar mis emociones, me embarqué en una huida hacia adelante. Busqué el cariño que no tuve como niña en relaciones tóxicas hasta que llegué a los 30.
Y fue entonces cuando toqué fondo. Tuve un accidente de coche en que me rompí mucho más que el esternón.
Fue un punto de inflexión, que marcó el inicio de mi camino de autodescubrimiento. Salí de la prisión en que mi educación y creencias me habían encerrado. Me abrí a nuevas experiencias y probé multitud de terapias y técnicas diferentes.
A partir de ahí, se cruzaron en mi camino varias personas que considero pilares existenciales. Me ayudaron a limpiar todas mis heridas.
Así reconecté con mi esencia y encontré mi vocación de ayudar a los demás, estudiando para convertirme en terapeuta.
Sí, mi vida no ha sido fácil, pero ¿sabes qué?
Que todas mis vivencias me han llevado a ser la persona que soy.
Quizá te estés preguntando por qué te he contado todo esto. Quiero que entiendas que yo también me he sentido estancada, sumida en la incertidumbre. Y tuve que caerme y darme de bruces contra el suelo para levantarme de nuevo.
Quédate con esta frase: “Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas”, Paulo Coelho.
Si eres consciente de que necesitas darle un giro a tu vida, pero te sientes incapaz de hacerlo solo, estás en el sitio justo. Puede que ahora mismo no lo veas, pero te aseguro que tienes todos los ingredientes para construirte el futuro que deseas.
Y quiero tenderte la mano, poniendo a tu disposición los recursos que necesitas para:
- gestionar las emociones causadas por vivencias de tu pasado que se han quedado enquistadas en tu interior;
- identificar tus miedos e integrarlos en tu vida para que dejen de limitarte;
- romper patrones inconscientes;
- liberarte de relaciones tóxicas;
- conectar con tu esencia;
- salir del inmovilismo y dar pasos hacia tu felicidad.
Te acompaño en tu crecimiento personal como me habría gustado que lo hicieran conmigo: con empatía, respeto y, sobre todo, sin juicio.
Si intuyes que quieres emprender el camino hacia la persona que deseas ser…
Eso sí, ¡aviso a navegantes! En este proceso de reencuentro contigo mismo, es necesario que tengas la mente abierta.
Imagínate: puede que el detonante de que vengas a consulta sea un síntoma físico (por ejemplo, una migraña recurrente). Este dolor de cabeza que no te abandona es una señal luminosa. Tu cuerpo te está avisando de un desequilibrio causado por emociones que no has procesado y han quedado enterradas en tu interior.
Tendremos que ahondar en esos sentimientos y encontrar el origen del problema para tratar esa manifestación en tu cuerpo. Nuestras sesiones serán un revulsivo y exigirán compromiso por tu parte y confianza en el proceso.
Yo seré el canal que te ayudará a fluir, pero tú tendrás que estar dispuesto a dejarme abrir las compuertas para que todas tus emociones estancadas manen y te liberen.
Te estoy pidiendo que deposites tu confianza en mí. Y entiendo que, para ello, necesitarás conocerme mejor. Por eso, voy a romper el hielo contándote algunas pinceladas más sobre mi vida.
- Me encanta conocer otras culturas y formas de vida. Uno de los viajes que más me marcaron fue a Israel, sola con 23 años y nada más que un billete de ida y vuelta. Tuve la experiencia de vivir con judíos en kibutz y formar parte de la convivencia pacífica entre culturas tan dispares como palestinos y judíos.
- He recorrido Perú con mi mochila a cuestas, acabando en la selva amazónica, donde experimenté terapias chamánicas.
- Estudié Administración y Finanzas. ¡Increíble pero cierto!
- Después de 15 años con un puesto fijo en el sector sanitario, lo dejé todo para seguir mi vocación.
- Di mis primeros pasos como terapeuta profesional gracias a mi profesora de yoga y a una gran amiga que me dieron el empujoncito que necesitaba.
- Comparto mi vida con dos hombres, mi marido y mi hijo, 3 perros y 1 gato.
¿Qué te parecería ser libre para vivir la vida que deseas?
Imagina un manantial de agua cristalina. ¿Sabes de dónde procede? Esa agua estaba aprisionada bajo tierra y consiguió brotar hacia el exterior y marcar su propio curso. Sin dejar que las rocas la frenaran en su camino.
Si estás harto de sentirte encerrado en patrones que no te dejan ser tú mismo y te impiden avanzar hacia la vida que quieres…